Te acercas. Finjo que no me importa. Me agarras del brazo. Te miro. Me miras. Me acerco. Te acercas. Me acerco aun más. Estoy a unos diez milímetros de tus labios. Noto cómo me agarras de la cintura. Cierro los ojos y me dejo llevar.

Te quiero a ti.

Hoy, a día 14 de Febrero, se supone que la mayoría de la gente tiene que estar feliz porque es un día de enamorados, estén juntos o no lo estén... pero yo, bueno, yo. Aunque no crea en San Valentin, siempre será bonito tener a una persona al lado que te quiera, que te regale algo por simple que sea, un simple beso. Pero con eso que te regale ya seas feliz, no toda la vida, pero un largo tiempo sí. 
Porque es precioso saber que alguien quiera estar contigo, que te necesite...
Es increíble como solamente una persona puede hacerte feliz mucho tiempo o te puede hacer sufrir más aún... 
No tiene nada de malo pertenecer a alguien un segundo, un minuto... de tu vida.
Parece ser que un 14 de febrero nunca existirá para mi. Y lo mejor, es que me gustaría pasar alguno.

14 de Febrero.

Se acerca el día 14 de Febrero, ese día en el que la gente se regala cosas, los que están enamorados, hacen cosas especiales... es el día de los enamorados. El día al que la gente le gusta disfrutar. 
Y sinceramente, a mi no me gusta. No tiene porque haber un día para expresar lo que sientes, para decir te quiero o incluso te amo, para hacer algo especial, porque eso lo puedes hacer los 364 días restantes. 
Pero en fin, al fin y al cabo es un día en el que la gente se pone feliz, es un día en el que vale la pena soñar, vivir, sentir... 
Yo aún no he pasado ningún San Valentín con alguien que me quiera y parece que este año tampoco. Será por eso por lo no creo en un simple San Valentín. 

Algo bueno.

Sé feliz, vive tus sueños, disfruta de la vida, no dejes que nadie te pisoteé el momento porque cualquier persona puede valer mucho. Cada una a su manera. Una persona puede ser alta, baja, delgada, gorda, fea, guapa... pero tenga las cualidades que tenga siempre guarda algo de lo que no se arrepiente.
Solo tienes que dejar que la otra persona lo descubra, porque puede ser algo bueno, algo bonito.
No tienes porque criticar a una persona sin saber como es en realidad porque le puedes hacer daño, mucho daño. Sólo piensa en ponerte en su lugar y cómo estarías tú por dentro. No te avergüences de cómo eres, porque si te concentras mucho en ser cómo alguien que creas que es mejor a ti, la jugada te saldrá peor.
Si estás a gusto con tu ser, no intentes hacer nada. Si no estás agusto... tienes un problema.